Si tuviera que definir el Kenjutsu de una manera resumida, diría, sin duda, que es “El Arte que Suma” . Casi todos los artistas marciales en un momento u otro hemos tenido la necesidad de buscar en otras disciplinas marciales, algo que complemente algunos “vacíos” que todos los budos en mayor o menor medida tienen. O simplemente por el gusto de adentrarse en Artes Marciales que han mantenido frente al tiempo o las modas su origen y tradición.
En este manual, sin embargo, no trataremos el Kenjutsu como un arte marcial complementario, sino como un arte en sí mismo. Todos los fundamentos, técnicas y ejercicios son exclusivos del Kenjutsu. De modo que cualquier persona independientemente de si ha practicado o no, algún Arte Marcial, pueda iniciarse en esta disciplina.
Mi experiencia personal en esta vía es que desarrolla aspectos múltiples y sutiles en el practicante como podrían ser:
Realidad: La mayoría de ejercicios son realizados con un oponente, lo que nos lleva a un nivel de realidad mayor que en otras artes, donde un gran porcentaje es de práctica individual.
Comunicación: En todo momento debemos estar atentos a los movimientos, no sólo externos, sino también internos del oponente. Es decir, sus técnicas o su atención, si es alta o baja. Esto nos lleva a tener que estar constantemente atentos a él y a nosotros mismos.
Intención: Si hay un instante de distracción en nuestra guardia, se pierde la intención y nos acaba debilitando y creándose huecos que puede aprovechar el oponente.
Podríamos estar citando muchos más ejemplos pero creo que la idea está clara y es suficiente para poder decidir si éste es el Arte Marcial que buscamos.