Este libro es una meditación personal sobre las artes marciales como camino vital, más allá de la técnica o la competición. El autor, a través de recuerdos, entrenamientos en solitario en la naturaleza, experiencias en China y vivencias en la montaña, defiende el budo como una vía de autoconocimiento, disciplina, espiritualidad y estética…
Este libro es una meditación personal sobre las artes marciales como camino vital, más allá de la técnica o la competición. El autor, a través de recuerdos, entrenamientos en solitario en la naturaleza, experiencias en China y vivencias en la montaña, defiende el budo como una vía de autoconocimiento, disciplina, espiritualidad y estética. Contrapone la profundidad del arte marcial tradicional con la superficialidad de ciertas prácticas modernas y comerciales. Reflexiona sobre valores perdidos como el respeto, la humildad o la constancia, inspirándose en el bushido, el zen y el taoísmo. Denuncia la banalización de la violencia y la pérdida del espíritu marcial auténtico. El texto fluye como un diario filosófico lleno de nostalgia, crítica social y amor por una práctica que es, para el autor, un arte de vivir y una herramienta para resistir la frivolidad del mundo actual.
Las páginas de esta obra, escritas en primera persona, revelan múltiples vivencias que el autor desvela y expone describiendo detalles y situaciones que sitúan al lector junto al autor. Sintiendo prácticamente lo mismo que el autor, puede sentirse el estado de ánimo, las sensaciones que atraviesan su cuerpo, cómo logró superar situaciones complicadas, y otras más lúdicas… gracias a las artes marciales, a su formación y estudios, el autor puede contar con todo lujo de detalles unas vivencias que no dejarán a nadie indiferente.
